lunes, 26 de agosto de 2013

Luces y sombras en The Lane

Ha comenzado muy firme y a la vez algo dubitativo el Tottenham este año. En pleno culebrón Bale, y con varias incorporaciones por llegar, está salvando muy bien la papeleta. De momento, tres partidos oficiales y tres victorias. Las dos de Premier muy sufridas. Y con unas sensaciones muy contradictorias. Lo que parece obvio es que el proyecto de Villas-Boas todavía está a medio construir. Resumo mis impresiones en varios apartados:

- El equipo sigue sin cerrar los partidos. El año pasado se encajaron muchos goles en el tramo final con los jugadores replegados. Contra el Swansea pareció que podía repetirse de nuevo la situación. De hecho, Lloris tuvo que salvar los muebles en una ocasión.

- La defensa, en el alambre. Danny Rose no está capacitado para defender el flanco izquierdo de los Spurs. Ofensivamente sube mucho, a veces sin mucho sentido, y está aprovechando los huecos que deja Chadli cuando se mete hacia dentro. ¿Pero de qué sirve si no destaca precisamente por su habilidad en el centro? Y tengo entendido que ya es oficial lo de Chiriches. Dawson como tercer central tampoco me parece una aberración. Pero habría preferido mantener a Caulker.

- Paulinho, la gran sensación. El brasileño apunta a mejor centrocampista del año en la Premier. Y no es una exageración. Hoy ha quedado claro que va a marcar un número importante de goles. Tiene visión de juego y llega con inteligencia, pero también aprieta cuando hay que presionar. La llegada de Capoue ha desatado su mejor versión. Con el francés por detrás se encuentra muy cómodo, y abarca una buena parte del centro del campo. Tiene libertad para moverse por el terreno de juego, y eso multiplica su influencia sobre el juego del equipo.

- Profundidad de banquillo. Sorprende como están cumpliendo Chadli y, sobre todo, Townsend. A priori ninguno de los dos serán titulares. Pero está bien saber que las bajas de Lennon y ¿Lamela? no supondrán ningún trauma. También hay que recordar que Holtby está a punto de volver a estar disponible.

- La incógnita de Soldado. El 9 español no termina de cuajar. Yo estoy convencido de que triunfará y superará esos 20 goles que prometió antes de que arrancase la temporada. Pero de momento se le ve muy solo. Es cierto que si hoy Paulinho ha destacado tanto es en parte por la labor de fijar a la zaga rival del delantero. Pero las sensaciones que transmite siguen sin ser las mejores. Debe entrar algo más en juego. Lo positivo es que hoy se ha ganado a la grada en dos acciones.

En definitiva, el proyecto tiene buena pinta, pero faltan jugadores. Un extremo izquierdo, un central y un lateral izquierdo se antojan imprescindibles. Se habla de Pjanic también, pero me sorprende. Demasiados activos en esa zona, y no tiene pinta de que vaya a irse ninguno. Y en teoría Adebayor se va a marchar. Por lo tanto, solo quedarán en punta Soldado y Defoe. Si alguno se lesiona 2-3 meses, el otro va a tener que jugarlo todo. Espero que Villas-Boas tenga en la recámara una solución de emergencia. De momento, toca esperar. Pero este Tottenham ilusiona.

martes, 20 de agosto de 2013

Ilusión desmedida

Pocos partidos resolverá con tanta facilidad esta temporada el Fútbol Club Barcelona. Quizás ya hayamos visto el encuentro más cómodo del curso. Y, como es costumbre en tierras catalanas, la euforia ya se ha desatado. Más aún, viendo lo que ha sufrido el gran competidor del cuadro blaugrana contra un Betis que no deja de crecer. A veces me sorprende lo fácil que es ilusionar a una afición. Porque lo que ha pasado el domingo no significa absolutamente nada. Se sorprenden de haber recuperado la presión arriba, y de otros conceptos que daban por perdidos. ¿Y qué esperaban que pasara? El primer choque de la campaña, con un entrenador nuevo y un Messi que nunca deja de intentar superarse a si mismo. Si ya a primeras de cambio se ve sobre el campo una pasividad y una dejadez propias de un amistoso, habría un problema gordo. Estreno en casa y técnico nuevo. Si eso no motiva... Hay quién podría poner el ejemplo del eterno rival. Lo del Real Madrid no fue dejadez en ningún momento, por si alguno se lo plantea. Tan solo la plasmación de que se está implantando un modelo que llevará muchos golpes antes de estar engrasado. Más de un punto se dejará en ello. Pero es lo que toca. Los del Tata Martino siguen jugando prácticamente a lo mismo. Como cada temporada, hay una serie de cambios que ya se han comenzado a ver. Pero uno no es la presión. Porque lo de ayer, de momento, es solo un espejismo.

Porque enfrente no estaba el Levante. Enfrente estaban once señores que se dedicaron a esperar que todo terminase. Mourinho tiempo atrás se había quejado de algo similar. Aunque no parecía (o no quería) darse cuenta de que su escuadra gozaba de un privilegio similar. Y es que hay equipos que no van al Camp Nou a competir. De antemano, tachan la fecha en el calendario. Llegan al terreno de juego como quien va al dentista (genial y esperpéntico ejemplo de Caparrós) a que le saquen una muela. Se limitan a esperar con cara de sufrimiento a que todo pase lo antes posible. Lógicamente, aún es pronto para decir esto. Pero tuve la sensación de que el cuadro valenciano ha perdido la esencia. Esa garra, ese orgullo combativo que ha demostrado estos años con JIM se fueron por el retrete en el feudo catalán. Ni un ápice de pundonor en un cuadro que salió al campo ya derrotado. Mucha gente critica (con razón) el desequilibrio de esta Liga BBVA. Pero no se debe olvidar que hay escuadras que de antemano pasan de competir en determinados choques. Y así, es imposible ver un duelo serio.

Y por último, esta el tema Xavi... A veces no sé qué pensar de él. De vez en cuando hace unas declaraciones incomprensibles. Siempre he tenido la sensación de que dice determinadas cosas como defensa del estilo de juego y del barcelonismo. Y que no piensa eso exactamente, pero considera que es su labor decirlo. Pero en este caso se ha equivocado. Ya sé que ha salido Valdés a matizar sus palabras. Pero aún así, el daño ya está hecho. Entiendo que lo que intentaba era lanzar un mensaje de optimismo. Que era una manera de decir: este año ya hemos corregido lo que hicimos mal el anterior. Cosa que hacen muchos jugadores cuando se cambia de técnico. Pero el problema en el caso del de Terrasa es la razón por la que Tito Vilanova no sigue al frente de la plantilla. Y me parece muy sorprendente y muy grato que Víctor Valdés se mantenga al pie del cañón realizando su labor de capitán, protegiendo a sus compañeros. En definitiva, de momento no hay ningún motivo para la ilusión en Can Barça. Mantiene una plantilla algo descompensada y todo comienza a apuntar a que no van a llegar refuerzos. Si se llega a febrero con esta actitud y respetan las lesiones, entenderé que se desate la euforia. De momento, solo es un espejismo.

martes, 13 de agosto de 2013

Gareth Bale y la economía de mercado

Inglaterra copa estos días las portadas de todos los periódicos nacionales. Por dos temas muy diferentes entre sí: Gibraltar y Gareth Bale. En el caso del galés, estamos asistiendo a la enésima negociación larga y tediosa que tanto gusta a los medios y tan poco a los aficionados. Con un constante baile de cifras en el que todos tienen una exclusiva que cada día va variando. Mientras, el madridista de a pie se pregunta si realmente el jugador británico vale semejante precio. Y se queja amargamente de las cantidades que dilapida el Real Madrid año si y año también. De lo mal negociador que es. Y de como todos los clubes se aprovechan del dinero del conjunto de la capital de España. ¿Vale el futbolista del Tottenham los 80, 100 o 120 millones en los que dicen que se va a cerrar el traspaso? Aunque es algo subjetivo, todo indica a pensar en un si rotundo.

¿Por qué? Es muy sencillo: La situación del mercado. Por alguna razón, la crisis que azota Europa no se ha dejado notar en el mundo del fútbol, que cada año mueve más y más dinero. Cada temporada aumentan los ingresos por televisión (otro tema es el reparto de los mismos) y merchandising. Es una burbuja que algún día explotará, pero que de momento mantiene una cadencia demoledora. Así pues, si año tras año hay más dinero, año tras año se gastará más dinero. Parece una ecuación bastante sencilla. Es decir, si Gareth Bale hubiese jugado al fútbol hace 20 años y se hubiese marchado al Real Madrid nunca se habrían llegado a semejantes cantidades. A esto hay que sumarle que los Spurs son una de esas entidades que no necesita vender, ni quiere hacerlo. Lo que sube mucho el precio del futbolista. Cosa que le suele suceder mucho a equipos de la talla del equipo merengue. Por la ley de la oferta y la demanda.

Es decir, el club que preside Daniel Levy considera que no le sale rentable vender bajo ningún concepto a un hombre para el que no hay un repuesto en el mercado. Ahora bien, por una cantidad desorbitada de dinero podría traer a varios futbolistas de primer nivel para distintas posiciones. Lo cual, bajo el punto de vista de un servidor, teniendo en cuenta que existen carencias dentro de la plantilla londinense compensaría de algún modo semejante pérdida. Y el Real Madrid tiene un dinero ahora mismo que tiene que mover de algún modo. De poco le sirve a un club de fútbol tener muchos millones en el banco. Se ha decantado por el galés, aunque no acabo de comprender por qué. Y sabe que una operación de semejante calibre provocaría un golpe de efecto mediático, lo que a una entidad que vive de la publicidad y el marketing siempre le compensa.

Es decir, a priori todo parece muy claro. Pero queda la duda de siempre. ¿Por qué equipos de la talla del cuadro que preside Florentino Pérez nunca venden por semejantes cantidades? Por una simple razón: Porque lo que venden es lo que no necesitan. De lo que se quieren deshacer. Cuando no es así, como sucedió con Higuaín y Robinho en su momento, acostumbran a sacar una buena rentabilidad. También eso influye en las compras. Es muy poco habitual que un equipo de esa talla se interese por un futbolista que ha descartado un competidor. Porque todos buscan fichar a los mejores, y un descarte rara vez encaja en ese perfil. De ahí los precios tan elevados. Aunque también está el tema de los jeques, pero ese caso es muy diferente. Y no queda otra que confiar en el fair-play financiero de la UEFA.